Cada 22 de abril se celebra el Día de la Tierra, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la relación que tenemos con nuestro entorno. No se trata solo de plantar un árbol o apagar la luz por una hora —aunque toda acción cuenta—, sino de entender que cuidar el planeta es también un acto de autocuidado. La Tierra nos sostiene, nos nutre y nos da vida. Y hoy más que nunca, necesita que la escuchemos.
Nuestra huella importa: Cada decisión que tomamos deja una huella, desde lo que comemos hasta la ropa que usamos. En Nilah creemos que la sostenibilidad no es un concepto abstracto, sino una práctica cotidiana. Por eso, diseñamos ropa con materiales reciclados, producción consciente y un profundo respeto por los recursos naturales.
Pequeños gestos, gran impacto:
-
Optar por productos duraderos y reciclables.
-
Apoyar marcas que se preocupan por el origen de sus materiales.
-
Elegir menos, pero mejor.
El yoga y la Tierra: En yoga hablamos de ahimsa, la no violencia, que se extiende más allá de las relaciones humanas. También es no dañar al planeta. Vivir en armonía con la naturaleza es parte del camino consciente que proponemos desde nuestra práctica y nuestros valores.
El Día de la Tierra no es solo un recordatorio, es un llamado.
A consumir menos, a conectar más. A vivir con propósito y gratitud. Porque cuando cuidamos el planeta, también nos estamos cuidando a nosotros mismos.